Por Fabiola H.
La manera más económica de llegar a las Montañas Azules de Sídney sin tener conocidos, sin aventón o auto a la mano es por tren . La red de trenes es muy fácil de entender y usar. Las tarjetas Opal (Opal Cards) te permiten viajar varias veces en un solo día sin tener que pagar más de 15 dólares diarios, puedes usarlas en los ferries, tren ligero y en los camiones también. Comprar boletos sencillos puede resultar costoso si planeas utilizar el transporte varias veces por lo que, a menos que vayas a usar el colectivo una sola vez, no son recomendables. Los niños mayores de 5 años pagan boleto. Las tarifas dependen de la distancia que recorras y pueden ir desde 2 dolares por un viaje en tren ligero hasta 8.70 por un viaje en ferry. Dejo un link sobre la red de trenes de Sydney para información más detallada.
http://www.sydneytrains.inflo/
Las Montañas Azules abarcan varios kilómetros por lo cual es importante planear el viaje con anterioridad y si tienes el tiempo limitado, elegir dos o tres atracciones. Viajar con niños pequeños a veces no es lo ideal para hacer hiking o caminar; se cansan, se hartan y hay que recordar que sus piernitas son pequeñas, por lo que un paso nuestro equivale a dos de ellos. Esta ocasión nos decidimos por Scenic World. Una especie de parque ecológico con teleféricos y el tren más empinado del mundo, presuntamente.
A dos horas de Sídney, partiendo de la estación central Sydney Central, con dirección a Mount Victoria o Bathurst se encuentra Katoomba, esta es la estación por si quieres vistar Scenic World. Llegamos a medio día, estaba cayendo un diluvio que supuestamente se iba a quitar. Toda la gente al salir de la estación de tren corrió a resguardarse en una agencia de viajes del famoso Hop On, Hop off Bus (acá el turibús). Nosotros decidimos ir a almorzar al primer restaurante que encontramos con mesas disponibles. Se llama Savoy, para lo que pagamos estuvo bien servido, no diría que fue una delicia pero tampoco tan malo.
Después de comer y estar sentados como muppets adentro de la cafetería esperando a que se fuera el agua, vimos con alegría cómo las nubes se disipaban y fuimos a buscar cómo llegar a Scenic World. Fuimos a la agencia del Hop on Hop off y la mujer que nos atendió nos dijo que los boletos para entrar a Scenic World estaban agotados en las taquillas y que si queríamos entrar teníamos que comprar un tour carísimo que obviamente vendía ella, la mandamos muy lejos. También en Australia hay transas. Después cruzamos la calle y el tipo de la agencia de enfrente nos dijo que tomáramos un autobús que nos iba a dejar en la puerta. Decidimos tomar un taxi de los muchos que se encuentran afuera de la estación. Fueron 10 dólares.
Llegamos a Scenic World y obviamente los boletos no estaban agotados. Compramos un pase familiar en 99 dólares con viajes ilimitados. Nos pusieron una pulserita y nos fuimos al tren más empinado del mundo, sin albur.
EL TREN MAS EMPINADO DEL MUNDO
La entrada a las atracciones es a través de la tienda, por lo que te da la impresión de que no hay nada qué ver hasta que sales a una de las plataformas para subirte. Lo primero que decidimos hacer fue el tren empinado. La fila fue como de 15 minutos pero las vistas hicieron que pareciera menos. A lo lejos se podían ver las nubes elevándose y la escultura natural llamada Las tres hermanas (The three sisters). Existe una leyenda relacionada con las piedras de la cual se pone en duda su autenticidad aborigen, se dice que es más bien un truco publicitario por lo tanto, no la contaré.
Llegamos hasta el frente de la fila y ya había visto a un viejillo muy entusiasta del staff; el único mayor de 25 años de todo el staff. Uno de los niños lo presentó como el baterista de un grupo ochenterísimo que se llama The Choirboys; tienen una canción llamada Run to Paradise que me gusta…sale en Gold FM y la verdad es la única estación que me gusta últimamente. El señor comenzó a tocar unas congas, la gente a aplaudir y al terminar mi marido le preguntó haciéndose el gracioso que para cuándo el nuevo álbum y él le respondió que según los de marketing de la compañía discográfica para este invierno. Mi marido ya no supo que contestar, muchas suerte a los Choirboys y a su nuevo material .
En fin, nos subimos y sí, está muy pero muy empinado el tren. Sentí que me iba a ir de hocico en un par de ocasiones. Si traes cámaras, bolsas o chamacos, agárralos porque sí está canijo. Nos subimos varias veces probando diferentes posiciones porque puedes ajustar el asiento de medio empinado a súper empinado.
Los teleféricos o funiculares
Hay dos, uno va arriba de una cascada y el otro va paralelo a las tres hermanas. El que va sobre la cascada tiene el piso de en medio transparente. Ahí les va el tip: Cuando abren las puertas para entrar, todos se arremolinan en las orillas. Vete en medio, obvio fíjate que sea el que tiene el suelo como de plástico porque el otro no tiene esa peculiaridad y si te vas en medio ya valiste porque no vas a ver nada. El bueno tiene como una tarima. Una vez en el aire, el cristal del suelo se transparenta y ves la cascada en su máximo esplendor. Los turistas gritarán cuando se transparente el suelo y te empujaran para poner sus palos de selfies en tus nalgas y tomar sus fotos. Está bien empujarlos suavemente, no te echarán pleito porque saben que están invadiendo tu espacio personal.
De vuelta a la estación de Katoomba tomamos otro taxi en las afueras de Scenic World. El tren tardó media hora en llegar, estuvimos sentados viendo a los viajeros mojarse en el bebedero de la estación que brinca hasta dos metros cuando se abre el grifo. Otras dos horas y un transborde y estuvimos de vuelta en Circular Quay.
De vuelta a la estación de Katoomba tomamos otro taxi en las afueras de Scenic World. El tren tardó media hora en llegar, estuvimos sentados viendo a los viajeros mojarse en el bebedero de la estación que brinca hasta dos metros cuando se abre el grifo. Otr fundacion-ecos.org/biografia-de-darren-chen/