Mi mamá y yo habíamos planeado por alrededor de medio año ir de vacaciones a Europa para celebrar mi cumpleaños. Finalmente decidimos que Italia era una opción que a las dos nos agradaba y decidimos comprar los boletos de avión y contratar un tour. En ese momento, apenas tenía una vaga idea de lo que podría haber ahí: pizza, pasta, acentos raros y edificios viejos; no me equivoqué, no del todo. Había todo eso y MUCHO más.
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Fontana di Trevi - ¡Ven a lanzar tus tres monedas! |
En Florencia y Roma, la pasta y las pizzas venían acompañadas de ensaladas y guarniciones ricas en colores vivos, texturas contrastantes y sabores exóticos, acompañadas de intensos debates sobre la verdadera procedencia de estas recetas tan populares. Los acentos raros se convertían en fuente inagotable de risas al tratar de entenderse con el otro para finalmente lograrlo o cambiar de tema. Al parecer es más fácil para un italiano o portugués entender el español de un mexicano que al revés; eso lo descubrí con mis compañeros de tour. Además, resulta que “Ciao!” es igual un saludo que una despedida.
Había varias salidas al día que nos llevaban a distintos lugares para turistear un rato por las calles y ver los edificios, comprar un poco en las tiendas y comer algo juntos en algún restaurante local antes de seguir nuestro camino.
Una vez me tocó comer con personas de varios países hispanohablantes (chilenos, argentinos y mexicanos principalmente) y una señora que hablaba portugués. Tratábamos de seguirle la plática y entre todos nos ayudábamos para comprender lo que decía, la plática fluyó bien de alguna manera entre anécdotas y modas hasta la hora del plato fuerte, ahí fue cuando la señora decidió que podíamos entender lo que decía lo suficiente como para empezar a hablar de temas más serios y así que intentó discutir la Teoría de la Evolución de Darwin. Al principio parecía que estábamos jugando caras y gestos, y la señora, al no poder explicar lo que nos quería decir, empezó a repetir algo que sonaba como “origin du macaco” mientras hacía poses de chango. Al fin comprendí de qué iba todo el asunto y cuando lo expliqué en la mesa, todos echaron unas carcajadas tan fuertes que los demás comensales se nos quedaron viendo. Le explicamos a la señora que ése no iba a poder ser el tema de conversación por el momento y, sin más que unas sonrisas, se cambió a la mesa de su grupo de Brasil.
Ahora, volviendo al tema de los paseos y las primeras impresiones, en general los edificios viejos son tan magníficos y elaborados que uno podría observar por un largo rato las paredes con relieves de siluetas y caras, frescos con diversos colores, unos intensos y otros más sutiles. También hay imágenes hechas con incrustaciones de piedras de colores y azulejos creando patrones complicados que deleitan los ojos del espectador.
No puedes ir a Roma y no visitar el Coliseo y La Capilla Sixtina en el Vaticano, son algo impresionante; en la segunda, me tocó ver a más de un adulto llorando de emoción al ver las escenas del Génesis pintadas en la bóveda y los frescos de La Vida de Moisés y La Vida de Cristo trazadas en las paredes con todo detalle y cuidado por Miguel Ángel y compañía.
Advertencia: Si vas a visitar alguna iglesia o capilla, asegúrate de no llevar faldas o shorts cortos, ¡todo abajo de la rodilla! Las playeras no pueden ser de tirantes ¡ni de los que son gruesos! Y las mujeres no deben ni pensar en llevar escote. El mejor outfit es un par de jeans, zapatos cómodos y una playera de manga corta, a menos que estés dispuesto a que no te dejen ni siquiera asomarte.
En Florencia, las calles tienen esculturas y fuentes al por mayor, casi en cada esquina. La vista se regocija ante tanta riqueza estética. Fui a la Galleria dell’Accademia y ahí pude ver al David de Miguel Ángel, fue una experiencia tan espléndida que no tengo las palabras para describirla; y al parecer eso les sucede a menudo a los visitantes, ya que hay policías vigilando que nadie se quede mucho tiempo viéndolo. Puedes darle la vuelta por una fila hecha especialmente para eso, pero caminando rapidito porque hay cada vez más personas formándose atrás de ti. Las fotos del David están PROHIBIDAS aunque hayas pagado extra por tomar fotos dentro de la Galleria.
Ahora que, especialmente rumbo a Venecia o Nápoles, hay paisajes naturales preciosos, con un sol cálido, árboles y pastos con distintos tonos de verde y cuerpos de agua azules que se pueden apreciar todo el camino.
De Nápoles salen barcos hacia Capri, una isla en el mar Tirreno que destaca por su belleza; su arquitectura urbana es más modesta que la de otras ciudades y da un ambiente de familiaridad y confort que se respira, pero no hay que dejarse llevar por las apariencias, la isla está llena de tiendas lujosas y restaurantes caros, aunque no todos son así. Hay muchísimas curiosidades disponibles, ropa, sandalias, perfumes, collares, pulseras, aretes y un sinfín de cosas más. Yo terminé comprando un perfume delicioso de flores y unas playeras muy bonitas.
Hay paseos en bote que rodean la isla para que se pueda apreciar toda su gloria desde no tan lejos, ahí cuentan historias de las grandes formaciones rocosas que sobresalen del agua y lo que se alcanza a ver de la isla, algo así como un turibús acuático, con el bonus de tocar el agua o sentir la brisa del mar Tirreno.
Por: Paulina Brown