Charles de Gaulle es el nombre del aeropuerto internacional. De ahí sale un tren que va directamente a Gare du Nord, desde donde podrás comenzar tu aventura. El costo del boleto es de 10 euros y es la manera más económica de llegar a la ciudad y también la más interesante, pues te dará una visión bastante acertada de la sociedad francesa. Hospedarse cerca de una estación de metro es obligatorio; la red de metro parisina es bastante fácil de usar y estarás perfectamente conectado con todos los sitios de interés.
Para llegar a la Torre Eiffel hay que bajarse en la estación de metro Trocadéro y caminar un poco hacia los jardines. La torre no se ve desde que sales del metro, lo que aumenta la emoción de estar ya cerca. A medida que caminas entre las calles, observas la arquitectura del estilo Haussman entrelazado con el gótico y el barroco, miras los numerosos turistas que vienen de todas partes del mundo, escuchas sus idiomas y de repente, de entre los edificios surge aquella torre tan famosa que has visto en infinidad de postales. La vista es impresionante. No importa que tan preparado estés o cuánto te hayan contado. La primera impresión es majestuosa, la torre se levanta entre los árboles y edificios y pareciera crecer entre más te acercas. Los vellos se erizan y sientes la adrenalina correr por tus venas. ¡Estás en París!
Y es precisamente por estar tan cerca, que cuesta trabajo tomar una buena foto; así que aquí les va un consejo. Puedes tomar la línea 6 del metro; es una línea elevada que te permite ver desde un poco más lejos la totalidad de la torre y prepara tu cámara al acercarte a la estación Bir-hakeim.
¡Imagina estar con tu pareja ante todo este espectáculo! Pero si estás soltero/a no te desanimes, en París hay plan para todos. Si viajas en verano podrás organizar un pic-nic con tus amigos en los jardines, abrir una buena botella de vino, queso camembert embarrado en una baguette (de hecho puede ser el queso de tu preferencia pero yo no puedo dejar de salivar con esta imagen) y disfrutar de una tarde soleada. Ahora que si viajas sólo, no te preocupes. En París es muy fácil hacer amigos. Diversos grupos que se organizan a través de internet, como Couchsurfing, Polyglot o cualquier otra app, preparan tardeadas para que puedas conocer otros viajeros. Incluso algunos bares tienen temáticas para reunir a las personas, juegos en los que tienes que hacer amigos para contestar una trivia y ganar cerveza.
Montmartre
Sin embargo, no todo París se reduce a la Torre Eiffel. También puedes visitar la basílica del Sagrado Corazón (Sacre Coeur), que se encentra en la parte más alta de la ciudad y que permite una vista panorámica impresionante. Esta iglesia se encuentra en un barrio llamado Montmartre. De hecho si has visto la película Amélie, seguro ya conoces varias de sus calles y tendrás varios sitios que quieres visitar. Esta película es la guía perfecta para pasear por Montmartre. Aquí podrás comprar todo tipo de recuerdos, probar unos deliciosos macarons o el postre de tu preferencia o una noche de copas en el Moulin Rouge. Por cierto que alrededor de tan famoso molino encontrarás tiendas sex-shop con las últimas novedades de la industria. Otro pretexto para visitar París con tu pareja.
Para llegar a la basílica debes bajarte en Anvers de la línea dos del metro y después tomar las escaleras o un funicular para quienes somos un poco flojos. Su arquitectura romano-biznatina presenta un domo central acompañado de otros pequeños todos de un blanco que produce un efecto de paz al iluminarse con el sol. Puedes subir al domo principal para tener una mejor vista de la ciudad pero tendrás que subir trescientos escalones.
El Moulin Rouge.
No importa si eres mujer u hombre, soltero, casado, viudo o divorciado, lo vas a disfrutar por igual y si vas con tu amor ¡no hay lugar para los celos! El show es de muy buen gusto, así que no te preocupes por los senos y traseros desnudos que verás brincar y moverse al ritmo de can can. El Moulin Rouge es toda una experiencia que no te debes perder. Desde que abrió sus puertas en 1889, ha atraído miles de visitantes y visto desfilar estrellas de la talla de Edith Piaf así como el legendario Yves Montand. Los trajes, el ambiente que nos remonta a las épocas del cabaret y burlesque, la atmósfera propia de una carpa de principios del siglo XX, pero sobre todo el show precedido por una maravillosa cena de tres tiempos, dejará hasta al más exigente de los visitantes con un buen sabor de boca. También puedes ir a disfrutar del show únicamente sin cenar. El boleto incluye los deliciosos macarons y una botella de champagne por pareja. Encontrar entradas puede resultar bastante complicado, por lo que recomiendo reservarlo en línea directamente en su sitio web www.moulinrouge.com.fr o con alguna agencia de viajes local. Una vez adentro sólo disfruta del hedonismo en su máxima expresión. Este es uno de los espectáculos más famosos del mundo, y que no te quede duda que dejará recuerdos para toda la vida. Respeta las reglas que son sencillas; la más importante es “no tomar fotos”.
Disfrutarás de una velada súper agradable al calor del champagne, los cantantes, las bailarinas, los malabaristas, magos y hasta ¡una bailarina nadando dentro de un tanque con serpientes! Todo esto dentro de un edificio que es todo un ícono de la cultura francesa, de esa alegría, elegancia y mente abierta que caracteriza al pueblo francés. Esta combinación grita ¡Oh là là París!
Los boletos más económicos pueden adquirirse desde 77 euros, mientras que los más caros cuestan 420 euros. Los tours pueden resultar más convenientes, pues aparte del show, podrás disfrutar de un crucero por el Sena y admirar los hermosos edificios como la Catedral de Notre Dame o la Conserjería. La iluminación tenue de los monumentos en la obscuridad añade romanticismo a una noche especial y de repente, a lo lejos, verás a la Torre Eiffel explotar en miles de luces en punto de la hora. ¡Te lo advertimos! Es la ciudad más romántica del mundo.
Este edificio gótico tan popularizado por la historia del jorobado de Notre Dame, está ubicado en el corazón de París. El rio Sena atraviesa una pequeña isla, conocida como La Cité, donde podrás visitar varios puntos de interés: El Puente Nuevo, La Capilla y La Catedral de Notre Dame. Podrás subir y tener la misma vista de las gárgolas que la custodian, ver de cerca la roseta, un vitral circular que permite el paso de la luz en tonos azules y púrpuras magnificando el misticismo del lugar. Por fuera verás tres grandes portales. Pon atención al portal de en medio que representa el portal del juicio final. En sus esculturas verás representada la resurrección de los muertos y un ángel con una balanza pesando las virtudes y los pecados. ¡A portarse bien!
El Arco del Triunfo
En la Plaza Charles de Gaulle se erige majestuoso Arco del Triunfo. La bandera francesa ondea tranquilamente y oleadas de turistas se toman fotos a sus pies. Construido por Napoleón para celebrar la Victoria de la Batalla de Austerlitz, el arco ha sido testigo de la historia de París, así como de numerosos accidentes de tráfico pues la glorieta Charles de Gaulle es la más peligrosa del mundo. Es muy común ver a los turistas tratando de cruzar la calle provocando accidentes automovilísticos. ¡No intentes cruzar la calle! Hay pasos subterráneos que te permitirán llegar a los pies del suntuoso monumento sin dejar el alma en el intento.
En el sitio hay un museo. Se puede subir al mirador y tomar fotos de los Campos Elíseos y la Defensa. Abre a las 10 a.m. y cierra alrededor de las 10.30 p.m., el precio es de 12 euros. No te preocupes, puedes tomar varias fotos y caminar debajo del glorioso arco sin pagar. Para llegar, toma la linea del metro 1, 2 y 6. La estación es Charles de Gaulle Etoile.
En fin, en otra reseña traeremos con más detalle estos y otros puntos para visitar en París. ¡Hay tanto de qué hablar! Mientras tanto sueña con ese viaje, visualízalo y ve pensando a quién te quieres llevar.
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