miércoles, 3 de mayo de 2017

¿Viajar tiene su lado B? Seis cosas que te suceden al viajar y que nadie te cuenta

Los sitios turísticos están siempre a reventar de gente. 


Yo también quiero ver :(
Siempre que vemos una bonita postal, podemos apreciar los impresionantes paisajes y los mejores momentos de luz que nos invitan a ir a ese lugar. En todas las fotos que vemos, en especial de los sitios turísticos, aparecen lugares paradisiacos y relajantes o tomas espectaculares de algún edificio. La verdad es que estos sitios están por lo regular llenos de personas que quieren tomar exactamente la misma fotografía que tú. A veces hay que hacer filas interminables que te quitan muchísimo tiempo y todo para ver uno de los emblemas más icónicos de tu destino. Pero bueno, esa envidiable foto de perfil valdrá la pena. Sólo recuerda, Paris es más que la Torre Eiffel, Nueva York más que la Gran Manzana y así sucesivamente. No pasa nada si alguna vez decides no gastar todo tu tiempo en esos lugares y aprovechas para ver más sitios en lugar de uno.


Serás objeto de timos y engaños

Y claro, estar en un país donde tienes cara de perdido 24/7 y además no entiendes bien lo que está pasando pues imagínate. En general viajar te abre la mente y te ofrece experiencias inolvidables. Seguro conocerás a gente muy interesante, pero cuidado. También hay quienes se quieren aprovechar de tu poca competencia lingüística y de tu pobre costumbre con la divisa extranjera. Todavía recuerdo mi primer engaño; una chica "sorda" se acercó a mí en París, justo en los jardines de la Torre Eiffel. Con señas y enseñándome una libreta me di cuenta de que quería dinero para una institución. Yo pobremente saqué de mi bolso un euro, pero para mi sorpresa ella se enojó. Me mostró una lista con “firmas” de otros turistas, de Estados Unidos y Canadá, quienes donaban de 30 a 50 euros. ¡Madre mía! Si yo tuviera 30 euros para donar, seguro me quedo una noche más en algún hostal.


Prepárate para caminar largas distancias y perderte por un buen rato 


¿Seguros que era por aquí?

Aunque ahora con ayuda de Internet ya es más fácil planear tus rutas y escoger el mejor medio de transporte, lo más probable es que pases un buen tiempo buscando tu destino. Esto es completamente normal, recuerda que estás en un lugar que no conoces y es difícil ubicarse las primeras veces. Añade que hablan otro idioma, que el sentido de circulación a veces cambia, que todos llevan un ritmo diferente al tuyo. También a veces hay que caminar porque uno se baja en la estación de tren equivocada o simplemente ya no te alcanza para pagar el transporte. Recuerda que lo importante de los viajes es disfrutar el camino, en una de esas perdidas descubrirás cosas que pocos viajeros han visto.


Bajarás de peso y saltarás comidas

¿Y eso en mi moneda cuánto es o.O?
No suena tan mal, y ni siquiera estás yendo al gimnasio. Entre todo lo que caminas y además las comidas que por diferentes razones no estás haciendo, seguro bajas de peso. En ocasiones después de haber hecho la fila por un buen rato te das cuenta de que ya es la hora de la comida, pero ni modo de perder el lugar. Así que saldrás ya tarde del museo o la atracción y comerás a otra hora de la prevista. Como llegaste ya noche al hotel y no hay servicio de cena, además de que no tienes ni idea de qué tiendas hay alrededor, seguro irás a la cama sin cenar. A veces simplemente de la emoción de estar visitando lugares nuevos ni te acordarás de la comida o en ocasiones, y en el peor de los casos, te das cuenta de que la comida local no es de tu agrado. Como sea, date tiempo para comer, tu organismo te lo pide. Recuerda que estás gastando mucha energía.


Hacer la maleta de regreso será un triunfo.

Toda la ropa sucia más toda la ropa nueva, el recuerdito que compraste en cada lugar que visitaste. Miles de papeles que según tú te sirven de recuerdo, mapas, cables. El regalo para tu familia, el llavero para los amigos, decenas de bolsas para separar la ropa y los recuerdos. Añade tu mala organización y el cansancio acumulado, y ahí está: la maleta de regreso NUNCA cierra. Hay que sentarse sobre ella, tirar ropa que ya no uses, deshacerse del shampoo, jabones, desodorante, vaya, hasta del cepillo de dientes. Lo mejor es que lleves siempre una maleta mediana vacía, que se pueda doblar. La amarás en tu viaje de regreso, créeme.

El mundo ya no volverá a ser el mismo

Tu visión cambiará. Te darás cuenta de pequeñas y grandes cosas que suceden en tu país y que te gustaría cambiar y también al revés, agradecerás aquellos detalles que los demás no tienen. Adoptarás algunas costumbres y te desharás de otras; quizá ahora seas un fanático del té, te preguntes por qué en tu país el transporte colectivo es un caos, agradezcas el clima de tu ciudad, te guste aún más la comida de tu región, decidas estudiar más a fondo algún idioma, en fin, las posibilidades son infinitas.


Viajar por el mundo definitivamente te aporta nuevos conocimientos y aunque no todo es miel sobre hojuelas, no te arrepentirás de aquel viaje tan satisfactorio.

Por Dante Rojas
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